Con más de 150 evacuados, la solidaridad sale a flote
Vecinos pusieron a disposición sus hogares para recibir a familias que debieron abandonar sus casas ante el ingreso del agua. Sociedades de fomento abrieron sus puertas para quienes deseen pernoctar y esperar un alivio en una jornada que se anticipa, también, complicada.

Mientras el agua avanza sobre los barrios de Campana, decenas de vecinos decidieron tender una mano a quienes más lo necesitan. En una jornada marcada por la angustia y la incertidumbre, la respuesta solidaria no se hizo esperar: hogares particulares y sociedades de fomento abrieron sus puertas para albergar a familias afectadas.
Mientras anoche, se conocía la cifra oficial de 50 personas evacuadas, y otro centenar autoevacuado en casas de familiares o amigos, desde el barrio San Felipe, Juan López ofreció su casa en Pasteur 1214 para cualquier persona que “no tenga dónde ir con sus hijos” o que “presise dormir calentito”, según publicó en redes sociales.
También en el barrio Lubo, Irina González se ofreció a recibir en su casa a quienes no puedan dejar sus viviendas solas por temor a robos. “Me ofrezco a tener algún niño o familia que en verdad necesite. También tengo ropa, calzado y botellas de agua”, escribió.
Otro caso es el de Pilar Maylen, quien aunque no se vio afectada por el temporal, puso a disposición su casa con “techo, comida y luz”, e invitó a comunicarse “sin vergüenza”.
En paralelo, instituciones barriales como la Sociedad de Fomento de Otamendi, o del barrio Las Praderas, abrieron sus puertas para quienes necesiten resguardarse del temporal.
Las imágenes conmueven, pero también reafirman algo que Campana nunca perdió: su capacidad de ponerse de pie desde la solidaridad.
Mientras anoche, se conocía la cifra oficial de 50 personas evacuadas, y otro centenar autoevacuado en casas de familiares o amigos, desde el barrio San Felipe, Juan López ofreció su casa en Pasteur 1214 para cualquier persona que “no tenga dónde ir con sus hijos” o que “presise dormir calentito”, según publicó en redes sociales.
También en el barrio Lubo, Irina González se ofreció a recibir en su casa a quienes no puedan dejar sus viviendas solas por temor a robos. “Me ofrezco a tener algún niño o familia que en verdad necesite. También tengo ropa, calzado y botellas de agua”, escribió.
Otro caso es el de Pilar Maylen, quien aunque no se vio afectada por el temporal, puso a disposición su casa con “techo, comida y luz”, e invitó a comunicarse “sin vergüenza”.
En paralelo, instituciones barriales como la Sociedad de Fomento de Otamendi, o del barrio Las Praderas, abrieron sus puertas para quienes necesiten resguardarse del temporal.
Las imágenes conmueven, pero también reafirman algo que Campana nunca perdió: su capacidad de ponerse de pie desde la solidaridad.