Priscila Sand reveló con imágenes y testimonios cómo escapó de donde la tenían secuestrada
Desde un lugar oculto en México, la joven campanense volvió a hablar públicamente sobre el calvario que vivió durante dos años cautiva por su pareja, a quien denunció por secuestro y múltiples formas de violencia. En una entrevista con el medio "NMás", relató cómo fue aislada, vigilada y maltratada, hasta que logró huir con su bebé de 9 meses gracias a la ayuda de una amiga y la policía antisecuestros.

Desde un lugar oculto en México, donde permanece escondida junto a su hijo de 9 meses, la joven campanense Priscila Sand volvió a hablar públicamente. Esta vez lo hizo en una entrevista con el medio mexicano N.Más, donde brindó detalles desgarradores de los dos años que vivió cautiva por su propio marido, a quien denunció por secuestro, violencia física, psicológica, económica y amenazas.
“Llegué a México en 2022, con ganas de conocer el mundo después de la pandemia. En julio de 2023 lo conocí a él, y a partir de ahí comenzó mi pesadilla”, relató Priscila. El testimonio, acompañado de imágenes e intervenciones de personas cercanas, revela un entramado de control, encierro y violencia que escaló con el tiempo: “Tiras todo lo que tenés porque no sé quién te lo regaló”, le ordenaba. Le quitó el celular, le cerró todas sus redes sociales, la aisló de su familia y llegó a llenar la casa de cámaras y sensores. “Yo tenía mucho miedo de enfrentarlo o de hablarle”, confesó.
En 2024, Priscila quedó embarazada. Meses después, fue golpeada por primera vez en público, con su bebé en brazos y delante de su suegro. Aquel episodio marcó el punto de quiebre. Con ayuda de una amiga, quien también participa en el informe periodistico, logró planear una peligrosa fuga con intervención de la policía antisecuestros. “Le rogué al escolta que por favor me dejara ir”, recuerda Priscila sobre ese momento tenso. Las mujeres incluso grabaron cuando un hombre armado las perseguía.
La denuncia de Priscila forma parte de al menos 12 carpetas judiciales abiertas contra el agresor. Sin embargo, la Fiscalía mexicana aún no ha avanzado. Mientras tanto, la familia de Priscila recibe amenazas desde números desconocidos, junto a imágenes íntimas de la joven y otras mujeres, enviadas por el propio agresor en tono intimidante.
A pesar de las pruebas, los testimonios y las múltiples víctimas, el hombre denunciado sigue libre. Priscila, en cambio, vive escondida, esperando justicia.
“Llegué a México en 2022, con ganas de conocer el mundo después de la pandemia. En julio de 2023 lo conocí a él, y a partir de ahí comenzó mi pesadilla”, relató Priscila. El testimonio, acompañado de imágenes e intervenciones de personas cercanas, revela un entramado de control, encierro y violencia que escaló con el tiempo: “Tiras todo lo que tenés porque no sé quién te lo regaló”, le ordenaba. Le quitó el celular, le cerró todas sus redes sociales, la aisló de su familia y llegó a llenar la casa de cámaras y sensores. “Yo tenía mucho miedo de enfrentarlo o de hablarle”, confesó.
En 2024, Priscila quedó embarazada. Meses después, fue golpeada por primera vez en público, con su bebé en brazos y delante de su suegro. Aquel episodio marcó el punto de quiebre. Con ayuda de una amiga, quien también participa en el informe periodistico, logró planear una peligrosa fuga con intervención de la policía antisecuestros. “Le rogué al escolta que por favor me dejara ir”, recuerda Priscila sobre ese momento tenso. Las mujeres incluso grabaron cuando un hombre armado las perseguía.
La denuncia de Priscila forma parte de al menos 12 carpetas judiciales abiertas contra el agresor. Sin embargo, la Fiscalía mexicana aún no ha avanzado. Mientras tanto, la familia de Priscila recibe amenazas desde números desconocidos, junto a imágenes íntimas de la joven y otras mujeres, enviadas por el propio agresor en tono intimidante.
A pesar de las pruebas, los testimonios y las múltiples víctimas, el hombre denunciado sigue libre. Priscila, en cambio, vive escondida, esperando justicia.