El roce de tus parpados
acariciaba los míos,
mojaba mis pestañas una suave lluvia…
era otoño, caían hojas
dejando en el piso
una alfombra ocre.
Se oía gemir al viento.
Algo me impulsaba,
mis manos tibias
no se atrevieron a llamarte
caminé adorando tu sombra,
y la vida me ayudará
a curar estas heridas.
Un nuevo otoño me espera.
ElBA ANDURELL
Del libro “Amalgama-Antología de CAL”/2019