Detuvieron al agresor de Priscila Sand, la campanense que vive un calvario en México
La joven oriunda de Campana denunció haber sido secuestrada y abusada durante casi dos años por su exesposo en México. Tras escapar con su hijo de 9 meses, la Justicia detuvo al acusado, un empresario con múltiples causas previas. La víctima advierte que aún no puede regresar al país y teme por su vida.

La Justicia de México confirmó la detención de Salvador Zubirán Rabay, acusado de secuestrar y abusar durante casi dos años a su exesposa, la joven campanense Priscila Sand.
La mujer, de 26 años, logró escapar recientemente junto a su hijo de 9 meses tras vivir un verdadero calvario. Según denunció, fue mantenida incomunicada y sometida a abusos físicos, sexuales y psicológicos en una vivienda altamente vigilada, con custodia armada y sin contacto con el exterior.
La detención del acusado, quien posee al menos una docena de causas penales previas en México, se concretó este viernes. La Fiscalía lo imputó por violencia familiar y violación. Hasta el momento, permanece detenido en el Reclusorio Varonil Oriente, mientras se define su situación judicial.
Priscila había compartido su historia a través de las redes sociales, logrando una fuerte repercusión pública. A pesar de haber denunciado, no puede regresar a Argentina debido a una contradenuncia por “sustracción de menores”, que activó una alerta internacional sobre su hijo.
“Vivo aterrorizada. Temo por mi vida y la de mi bebé”, expresó en uno de los videos que compartió desde la Ciudad de México.
La joven relató que fue sometida a control extremo, incluso obligada a tatuarse el nombre del agresor en varias partes del cuerpo, y acompañada por escoltas hasta para ir al baño.
A pesar de las pruebas presentadas, la víctima denunció que el acusado tiene vínculos con sectores del poder judicial mexicano, lo que habría trabado el avance del caso. Su historia fue incluida en un documental del medio mexicano N+, donde brinda estremecedores detalles de su cautiverio.
Desde Campana, familiares y allegados siguen con preocupación el desarrollo del caso, mientras Priscila continúa luchando por su seguridad y la de su hijo, lejos de su hogar y su país.
La mujer, de 26 años, logró escapar recientemente junto a su hijo de 9 meses tras vivir un verdadero calvario. Según denunció, fue mantenida incomunicada y sometida a abusos físicos, sexuales y psicológicos en una vivienda altamente vigilada, con custodia armada y sin contacto con el exterior.
La detención del acusado, quien posee al menos una docena de causas penales previas en México, se concretó este viernes. La Fiscalía lo imputó por violencia familiar y violación. Hasta el momento, permanece detenido en el Reclusorio Varonil Oriente, mientras se define su situación judicial.
Priscila había compartido su historia a través de las redes sociales, logrando una fuerte repercusión pública. A pesar de haber denunciado, no puede regresar a Argentina debido a una contradenuncia por “sustracción de menores”, que activó una alerta internacional sobre su hijo.
“Vivo aterrorizada. Temo por mi vida y la de mi bebé”, expresó en uno de los videos que compartió desde la Ciudad de México.
La joven relató que fue sometida a control extremo, incluso obligada a tatuarse el nombre del agresor en varias partes del cuerpo, y acompañada por escoltas hasta para ir al baño.
A pesar de las pruebas presentadas, la víctima denunció que el acusado tiene vínculos con sectores del poder judicial mexicano, lo que habría trabado el avance del caso. Su historia fue incluida en un documental del medio mexicano N+, donde brinda estremecedores detalles de su cautiverio.
Desde Campana, familiares y allegados siguen con preocupación el desarrollo del caso, mientras Priscila continúa luchando por su seguridad y la de su hijo, lejos de su hogar y su país.