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“Suelta de libros”, una iniciativa que invita a llevar y dejar ejemplares de manera gratuita
En la esquina de San Martín y avenida Balbín, existe un kiosco que impulsa la propuesta, creada por una profesora de Lengua y Literatura. Además, se complementa con encuentros artísticos mensuales donde confluyen pintura, lecturas de autores locales y música en vivo.
En la esquina de San Martín y avenida Balbín, un kiosco se convirtió en refugio cultural con una iniciativa que invita a leer y compartir, se trata de la “Suelta de libros”.
Todos los días, en la vereda del Kiosco del Sol, aparece una mesa improvisada donde los ejemplares cambian de manos sin reglas estrictas. Allí se pueden encontrar manuales escolares, novelas, textos de ciencias exactas, historia, poesía, y hasta libros que algunos aprovechan para hacer collage. La propuesta es sencilla: llevarse un libro de manera gratuita, y si se quiere, dejar otro para que continúe circulando.
“La idea es que los libros no se estanquen en las casas, sino que sigan su camino”, explican desde el local, atendido por Agustina Correa que además es profesora de Lengua y Literatura.
Pero la movida literaria no se queda ahí. Una vez al mes, el kiosco se transforma en escenario de un encuentro artístico donde conviven pintura, música y letras. La dinámica es particular: un artista visual comienza su obra frente al público con un lienzo en blanco, mientras tres escritores o lectores locales comparten textos durante breves lecturas. La jornada se completa con música en vivo, logrando que el espacio vibre entre pinceladas, palabras y melodías.
La “Suelta de libros” es, en definitiva, una invitación a reencontrarse con el placer de la lectura, el arte y la comunidad. Un gesto simple que demuestra que, a veces, las mejores historias se encuentran al doblar la esquina.
Todos los días, en la vereda del Kiosco del Sol, aparece una mesa improvisada donde los ejemplares cambian de manos sin reglas estrictas. Allí se pueden encontrar manuales escolares, novelas, textos de ciencias exactas, historia, poesía, y hasta libros que algunos aprovechan para hacer collage. La propuesta es sencilla: llevarse un libro de manera gratuita, y si se quiere, dejar otro para que continúe circulando.
“La idea es que los libros no se estanquen en las casas, sino que sigan su camino”, explican desde el local, atendido por Agustina Correa que además es profesora de Lengua y Literatura.
Pero la movida literaria no se queda ahí. Una vez al mes, el kiosco se transforma en escenario de un encuentro artístico donde conviven pintura, música y letras. La dinámica es particular: un artista visual comienza su obra frente al público con un lienzo en blanco, mientras tres escritores o lectores locales comparten textos durante breves lecturas. La jornada se completa con música en vivo, logrando que el espacio vibre entre pinceladas, palabras y melodías.
La “Suelta de libros” es, en definitiva, una invitación a reencontrarse con el placer de la lectura, el arte y la comunidad. Un gesto simple que demuestra que, a veces, las mejores historias se encuentran al doblar la esquina.
