El Comité Zonal de Higiene y Seguridad advierte sobre el estrés en la conducción
El organismo alertó sobre el impacto del estrés y la ansiedad en la conducción, factores que aumentan el riesgo de accidentes. Con ejemplos de situaciones cotidianas y recomendaciones para disminuir la tensión al volante, anunciaron además la realización de un simulacro vial en el centro de Campana.

El Comité Zonal de Higiene y Seguridad de Campana–Zárate volvió a poner el foco en la educación vial y en un fenómeno creciente que atraviesa a toda la sociedad: la ansiedad al conducir. Según explicaron, se trata de un factor que no discrimina edades y que se percibe diariamente en calles, rutas y autopistas de todo el país.
“Hoy manejar se ha vuelto una fuente de angustia para muchos conductores. Las rutas colapsadas y la presión por llegar a tiempo generan un estrés que puede derivar en accidentes evitables”, señaló Carolina de la Cruz, integrante del Comité.
Uno de los puntos que preocupa es el aumento de automovilistas con escasa experiencia de manejo, que acceden a vehículos capaces de alcanzar altas velocidades en condiciones de tránsito o caminos que no siempre son adecuados. “Ese desbalance multiplica el nerviosismo en la vía pública y expone a todos a mayores riesgos”, agregó De la Cruz.
Factores que generan estrés al volante
El Comité identificó varias situaciones cotidianas que pueden incrementar los niveles de ansiedad y convertirse en causas frecuentes de accidentes:
Embotellamientos: la frustración por llegar tarde o no avanzar dispara conductas agresivas o impulsivas.
Expectativas irreales: la autoexigencia y la creencia de que los demás deben comportarse igual que uno al manejar provocan enojo y agresividad.
Ruido: los bocinazos constantes aumentan la irritabilidad en contextos de tránsito denso.
Rotondas: la incorporación y salida en estas intersecciones suele generar nerviosismo, desorden y choques.
Dispositivos electrónicos: la dependencia del celular y el GPS incrementa la distracción y el estrés.
Factores ambientales: sol, lluvia o tormentas generan miedo o tensión en los conductores.
Factores psicosociales: problemas familiares, separaciones o preocupaciones económicas afectan directamente la capacidad de concentración al volante.
“El estrés no solo altera el ánimo: también puede provocar transpiración, taquicardia, mareos y problemas de visión. Todo esto reduce la capacidad de conducción y aumenta el peligro en la vía pública”, explicó De la Cruz.
Cómo reducir la ansiedad en la conducción
Desde el Comité remarcaron que existen medidas simples y sin costo que ayudan a disminuir el estrés. Entre ellas, descansar lo necesario, preparar la mente para la rutina, relativizar las preocupaciones y escuchar música durante el viaje. “No se trata de grandes esfuerzos, sino de pequeñas conductas que cada uno puede adoptar para mejorar su seguridad y la de los demás”, subrayó De la Cruz.
Simulacro en Campana
En el marco de este trabajo de concientización, el Comité Zonal de Higiene y Seguridad de Campana–Zárate anunció que este mes llevará adelante un simulacro en la zona céntrica de Campana. La actividad, que se realiza todos los años, busca ejercitar la preparación y la respuesta adecuada frente a una emergencia vial.
“Ejercitarnos y estar preparados es fundamental para responder de manera correcta cuando ocurre un accidente. La educación vial es una tarea de todos, y desde el Comité trabajamos permanentemente en ese camino”, concluyó Carolina de la Cruz.
“Hoy manejar se ha vuelto una fuente de angustia para muchos conductores. Las rutas colapsadas y la presión por llegar a tiempo generan un estrés que puede derivar en accidentes evitables”, señaló Carolina de la Cruz, integrante del Comité.
Uno de los puntos que preocupa es el aumento de automovilistas con escasa experiencia de manejo, que acceden a vehículos capaces de alcanzar altas velocidades en condiciones de tránsito o caminos que no siempre son adecuados. “Ese desbalance multiplica el nerviosismo en la vía pública y expone a todos a mayores riesgos”, agregó De la Cruz.
Factores que generan estrés al volante
El Comité identificó varias situaciones cotidianas que pueden incrementar los niveles de ansiedad y convertirse en causas frecuentes de accidentes:
Embotellamientos: la frustración por llegar tarde o no avanzar dispara conductas agresivas o impulsivas.
Expectativas irreales: la autoexigencia y la creencia de que los demás deben comportarse igual que uno al manejar provocan enojo y agresividad.
Ruido: los bocinazos constantes aumentan la irritabilidad en contextos de tránsito denso.
Rotondas: la incorporación y salida en estas intersecciones suele generar nerviosismo, desorden y choques.
Dispositivos electrónicos: la dependencia del celular y el GPS incrementa la distracción y el estrés.
Factores ambientales: sol, lluvia o tormentas generan miedo o tensión en los conductores.
Factores psicosociales: problemas familiares, separaciones o preocupaciones económicas afectan directamente la capacidad de concentración al volante.
“El estrés no solo altera el ánimo: también puede provocar transpiración, taquicardia, mareos y problemas de visión. Todo esto reduce la capacidad de conducción y aumenta el peligro en la vía pública”, explicó De la Cruz.
Cómo reducir la ansiedad en la conducción
Desde el Comité remarcaron que existen medidas simples y sin costo que ayudan a disminuir el estrés. Entre ellas, descansar lo necesario, preparar la mente para la rutina, relativizar las preocupaciones y escuchar música durante el viaje. “No se trata de grandes esfuerzos, sino de pequeñas conductas que cada uno puede adoptar para mejorar su seguridad y la de los demás”, subrayó De la Cruz.
Simulacro en Campana
En el marco de este trabajo de concientización, el Comité Zonal de Higiene y Seguridad de Campana–Zárate anunció que este mes llevará adelante un simulacro en la zona céntrica de Campana. La actividad, que se realiza todos los años, busca ejercitar la preparación y la respuesta adecuada frente a una emergencia vial.
“Ejercitarnos y estar preparados es fundamental para responder de manera correcta cuando ocurre un accidente. La educación vial es una tarea de todos, y desde el Comité trabajamos permanentemente en ese camino”, concluyó Carolina de la Cruz.